lunes, 24 de noviembre de 2008

De qué se trata esta Revolucion?

Nosotros amamos a los que comen carne. Pero también amamos a los animales, por eso los amariamos aún más si se hicieran vegetarianos.
La revolución es entre tu y tu plato. Lo que comes tiene consecuencias políticas y sociales que desconoces. Tu cuchara es la mejor arma. Conoce por qué sacar la carne del plato puede ser más efectivo que hacer marchas política o caridad.

Algunos optan por “empuñar las Armas”, otros prefieren hacer lo suyo con la pluma, la diplomacia o lo que sea. Por hoy, permítanos pasar de largo en lo que concierne a cualquiera de esas cuestiones para señalar una herramienta útil para todos los bandos; (siempre y cuando sean sinceras sus buenas intenciones).

Esta revolución es diaria, persistente y efectiva, de resultados inmediatos. Además no se necesitan armas, no se derrama sangre (todo lo contrario), no se corren riesgos y en ella pueden participar en igual medida desde el cuentero hasta el policía. Hay gente que marcha por la paz, o monta un partido, o apoya a tal político, o hace lobby internacional, o denuncia, o defiende a su patria, o trata de conservar las aves, o de tomarse el poder por la armas, o marcha contra los toros, o conspira, o se auto defiende, o paga sus impuestos, o no paga sus impuestos, o impone sus impuestos, o da buen ejemplo a sus hijos, o pide la factura, etc. El punto aquí no es discutir si deberían o no seguir haciendo eso, el punto es mostrar cómo el dejar de comer carne constituye el paso más coherente con sus nobles fines.


Usted puede ganar muchísimo más sacando la carne de su plato que haciendo marchas, política o caridad. Es más rápido que gestionar recursos, más fácil que salvar el delfín rosado del Amazonas, y un tanto más efectivo que votar en blanco. El resultado es directo y sin daños colaterales. Los buenos, los que dicen ser más, los abanderados de la paz, aquellos que abogan por la salida política al conflicto, esta sociedad civil, estos ciudadanos de bien patrocinan, sin saberlo, la guerra en el país. Así como lo oye. Los grupos armados se financian, queridos amigos, de cosas abominables como el secuestro, la extorsión, el boleteo, el narcotráfico y la ga-na-de-ría. Así, las marchas, las cartas y el lobby deberían ir acompañadas de un cambio en la dieta por un menú menos conveniente para estos grupos y que contribuya a su vez a disminuir el hambre en los países pobres, como el nuestro.

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